Es habitual llamar "pedrea" al reparto de los premios menores de la Lotería.
Posiblemente el paralelismo se efectúa teniendo en cuenta que dichos premios son abundantes y de escasa entidad, como suelen ser las piedras lanzadas en una batalla a pedradas.
Pero es curioso que se acuda a un término tan violento para referirse a algo tan feliz.
De hecho, una "pedrada" de esas convierte en "agraciados" a quienes tienen la fortuna de ser alcanzados por ella.
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