Refrán

 "Para las cuestas arriba quiero mi burro, que las cuestas abajo yo me las subo"

Pedrea

 

Es habitual llamar "pedrea" al reparto de los premios menores de la Lotería.

Posiblemente el paralelismo se efectúa teniendo en cuenta que dichos premios son abundantes y de escasa entidad, como suelen ser las piedras lanzadas en una batalla a pedradas.

Pero es curioso que se acuda a un término tan violento para referirse a algo tan feliz. 

De hecho, una "pedrada" de esas convierte en "agraciados" a quienes tienen la fortuna de ser alcanzados por ella.

Paco

 

Compartí bastantes años de trabajo con Paco. Andaluz de Jaén, tenía una capacidad de síntesis sólo comparable al gracejo con el que enunciaba sus conclusiones. Por ejemplo:

-Cuando se ponderaba qué hacer ante una determinada situación, su criterio era: "Lo primero son las criaturas".

-Ante las quejas por inconvenientes ó deficiencias, ponía de relieve lo mucho bueno que habitualmente olvidábamos sentenciando: "¡De rodillas teníamos que estar!".

-Y si surgían temores por lo costoso que podía resultar algún asunto, solía advertir: "Es peor pensálo que pasálo".

Perfeccionismo

Leo en un artículo de prensa:

"El perfeccionista suele pensar que ha tenido éxito gracias a su forma minuciosa, exhaustiva y controladora de hacer las cosas, cuando en realidad lo ha conseguido pese a ello"

Memoria

 

Me contaron de alguien que, preocupado por la pérdida progresiva de memoria, le decía al neurólogo:

-Doctor, es que muchas veces no recuerdo dónde he dejado las llaves...

A lo que el médico respondió:

-No se preocupe por eso; lo grave es cuando uno llega a no saber para qué sirven las llaves...

 

Agua

 

Un diálogo de Tip y Coll:

-¿El señor quiere el agua con gas o sin gas?

-Póngame mitad y mitad

 

Cubiertos

 

Para colocar bien los cubiertos en la mesa, una buena regla es "la de la CH" : 

 

"A la dereCHa se ponen la cuCHara y el cuCHillo"

 

Molinos

 

Los aerogeneradores de los parques eólicos (llamados comúnmente "molinillos") son criticados con frecuencia por el destrozo que producen en el paisaje.

A mí me gusta pensar que son doblemente cervantinos: porque son molinos y porque son gigantes.

Denominaciones

 

Una conocida marca de helados sacó hace unos años un bombón helado de tamaño claramente superior a los que hasta entonces se conocían. Con toda propiedad lo denominó Magnum.

Poco después, la misma marca lanzó una variante del Magnum de siempre en formato bastante más reducido y lo bautizó como Magnum Mini, incurriendo así en una flagrante contradicción en los términos.

Lo mismo sucedió poco después con otro helado, el Maxibom. Con el tiempo llegó al mercado el Mini Maxibon. De nuevo, lo que se destacaba como muy grande pasa a comerciarse como pequeño, pero manteniendo la denominación inicial.

Lo último en este tipo de cosas es la pizza que Telepizza ha puesto a la venta con la denominación de Megamediana. Dicen que es "la mediana más grande de todas las medianas". 

Más allá de la poca lógica de estas denominaciones, cabe pensar que a los compradores de helados el primer producto les pareció demasiado grande y que a los consumidores de pizza las medianas les parecían un poco pequeñas.

Aceite

 

No hace mucho que se popularizó el acrónimo AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra) en las recetas y en los comercios.

Ahora resulta que el aceite se ha convertido en uno de los productos más caros del supermercado.

Por lo que me temo que los compradores vamos a ir simplificando el acrónimo y pasaremos del AOVE al AOV; y del AOV al AO; y del AO al sencillo A, que usaban nuestros padres y nuestros abuelos.

Tontos

 

Hay dos expresiones simpáticas en esto de ponderar la tontería.

Una alaba lo listos que son algunos que parecen tontos: "Aquí el más tonto hace relojes".

Otra se refiere a la vertiente cuantitativa del fenómeno: "Hay más tontos que botellines"

Ambas suelen pronunciarse en momentos de admiración o de arrebato.

Telediarios

 

Una moda reciente entre algunos presentadores de telediarios: despedir el programa yéndose por un lateral de la pantalla mientras hacen un rápido gesto de adiós al televidente.

Al respecto no se me ocurre ninguna valoración o juicio. Pero lo consigno al menos para que un día, cuando todos los presentadores acaben así sus espacios, haya constancia de que antes no era así y de que, cuando comenzó a hacerse, a alguien le llamó la atención.

Funcionarios

Existen numerosas clasificaciones legalmente aplicadas a los funcionarios: por el tipo de Administración a la que sirven, por su especialidad, por su grado o nivel, por su situación administrativa, por su antigüedad, por su dedicación...

Yo añadiría otra: en función del tipo de edificio en el que prestan sus servicios. A mi modo de ver, existen, al menos, las siguientes clases:

a) Quienes trabajan en un único edificio ocupado en su totalidad por el organismo administrativo en el que prestan sus servicios. Puede ser de gran tamaño -los Ministerios- o más modestos -Ayuntamientos, Diputaciones, etc. El edificio puede haberse construido con el fin de dedicarlo a tareas oficiales o puede haber tenido anteriormente un destino diferente. Estos detalles son indiferentes pues lo decisivo es el ámbito cerrado y exclusivo de la sede material.

b) Quienes laboran en los denominados "recintos", esto es, una pluralidad de edificios que, junto a zonas no edificadas, constituyen la sede del organismo en cuestión, Normalmente cada edificio alberga a un departamentos o unidad menor y las zonas no edificadas se dedican a aparcamientos en superficie o a pequeños jardines.

c) Menos conocidos, aunque no por ello menos abundantes, son los que podríamos denominar funcionarios "de piso", esto es, quienes ocupan únicamente uno o varios pisos de un edificio de viviendas o de oficinas de todo tipo. Suelen ser consecuencia de la apresurada creación de órganos que ya no caben en la sede central, de alquileres teóricamente provisionales que se perpetúan durante décadas o, incluso, de haber quedado esa unidad en tierra de nadie una vez desaparecido el organismo del que dependía.

d) Existe otra variante: los funcionarios que tienen su oficina en un espacio concebido como local comercial en los bajos de un edificio de viviendas. Normalmente la dependencia está abierta al público y tiene dentro las consabidas "ventanillas" a las que acude el sufrido ciudadano para gestionar los asuntos en los que se ve envuelto. Muchas Comisarías de policía siguen este modelo, por ejemplo. Serían funcionarios "de local a pie de calle".

e) Finalmente existen los funcionarios sin edificio, aunque son la excepción. Son los que desarrollan su función en la calle, bien de modo mayoritario (sería el caso de los Carteros, el de los Inspectores -Hacienda, Trabajo, etc.), bien de modo exclusivo (es paradigmático el caso de los vigilantes de la ORA que guardan sus pertenencias en una trampilla de los postes en los que se saca el tique de aparcamiento) Estaríamos ante la excepción a todos los grupos anteriores y bien podríamos denominarlos funcionarios "ambulantes".

Etiquetas

Suelo reparar en las frases que llevan impresas las etiquetas de los productos de cocina, limpieza, etc.

Copio algunas que me han llamado la atención últimamente:

- "Cardo cortado al natural" (Así reza el frasco de esta riquísima verdura. A mi juicio la declaración resulta ambigua: ¿fue cortado el cardo cuando estaba al natural? ¿O es que primero se cortó y luego se envasó "al natural"? ¿O las dos cosas?)

- "Fórmula más concentrada" (Esto dice la tapa del detergente. Y hace suponer que la fórmula anterior era deficiente y que el fabricante era consciente de ello...)

- "Fabricada con un 80% de plástico reciclado" (Anuncia la bolsa de plástico. Yo me pregunto: ¿de qué está hecho el restante 20% del material de la bolsa?)

-"Sabor muy neutro" (Esta es la mejor. Lo dice un bote de colágeno. Y lo del "muy neutro" es toda una invención semántica y conceptual)

- "Papel multiusos" (Reza el rollo de papel de cocina. Pero también es ambiguo lo de "multiusos"; ¿quiere decir que puede utilizarse repetidamente o que admite ser usado para diversas funciones? Vaya usted a saber. Igual son las dos cosas)

-"Cultivado con respeto" (Otra de mis favoritas. Está en la etiqueta del frasco de Nescafé. Resulta enigmática. No se añade una palabra más. "Con respeto". Hay que tener un master en Ciencias de lo Políticamente Correcto para llegar a intuir que Nescafé, a diferencia del resto de los cultivadores -sátrapas que arrasan la selva y esclavizan a los nativos- , se comporta respetuosamente con el planeta y con todos los seres vivos que lo habitan)

- "Cápsula patentada sin reflujo" (Esto está en el frasco de un complemento vitamínico. Y de nuevo cabe preguntarse: ¿Cuál es el procedimiento para patentar algo sin reflujo? O es que, sencillamente, han patentado una cápsula que no causa reflujo...)

Muñoz-Seca

El autor de teatro Pedro Muñoz Seca, poseedor de un genial sentido del humor, encarcelado en Madrid por los republicanos, comentó a los que se disponían a fusilarle: "Me temo que no tienen ustedes intención de incluirme en el círculo de sus amistades". 

En los días anteriores, cuando un siniestro carcelero apellidado Gálvez decía a voz en grito, señalándole: "A éste no me lo matéis, que a éste lo mato yo", Muñoz Seca contestaba con una ceremoniosa inclinación de cabeza: "Muy honrado, Gálvez, muy honrado".

Oración

En una gran tribulación, Santa Teresa se dirigió así a Jesucristo:

"Señor, si así tratas a tus amigos, no es de extrañar que tengas tan pocos"

 

Concierto

A veces los críticos de música clásica resultan un poco empalagosos.

Como en este caso:

"Rotunda, decidida y plena de impulso romántico se escuchó la radiante Obertura, al dictado de la batuta energética, natural y segura del maestro invitado. Sin sorpresas en los tempos empleados, buenos conceptos desde el podio y unas ejecuciones muy aceptables.

En la segunda parte, apoyados en la maestría del curtido concertino, los músicos cuajaron una descriptiva y más que notable versión, con un sonido compacto y un poco cortante en su tema introductorio, muy del estilo del director, que sabe combinar análisis con temperamento.

El corno inglés cantó con mesura su importante cometido. Flauta, oboe y clarinete mostraron la calidad de la madera de los de Hamburgo. También los pizzicatos de la cuerda o los evanescentes arpegios de las arpas. Lástima que el vibrante final quedase algo opaco, tanto en el violín como en la orquesta."

Teléfono

El uso del teléfono móvil ha hecho que varíe la pregunta inicial de las conversaciones telefónicas.

Antes, lo habitual era comenzar con un cálido "¿cómo estás"?

Ahora, lo normal es inquirir: "¿dónde estás"?

Pirámide

Dice Cirilo que lo de la "pirámide invertida" que suele aplicarse a la población como consecuencia de la escasa natalidad también puede servir para interpretar la consideración que hoy reciben los distintos grupos de edad.

Sostiene que la tradicional valoración de las personas según su edad hoy se encuentra vuelta del revés.

Por ejemplo, los niños. Antes apenas influían en la vida ordinaria de sus progenitores. Se distraían jugando en la calle y comían en silencio en una mesa aparte... Hoy son los reyes del mambo, todo se mueve a su gusto e interés. Con frecuencia tiranizan a padres, familiares, profesores y público en general. Conscientes de que son un bien escaso, dan rienda suelta a su egoísmo primigenio y logran estar en lo más alto de la escala de mando e influencia. Justo el lugar que antes ocupaban -con más merecimiento, sin duda- los ancianos.

Por su parte, los adolescentes también han cambiado radicalmente. Nada queda de sus tradicionales vaivenes anímicos, de su absurda rebeldía tornadiza, de sus inseguridades, en fin. Hoy el espíritu adolescente está plenamente incorporado en quienes marcan las tendencias del pensamiento y de las conductas. En todas partes se proclama el ideal de vivir para uno mismo como el más acertado criterio moral, como el único modo de enfocar y resolver las encrucijadas de la existencia. Hoy los influencers dictaminan según el credo adolescente y la sociedad les sigue con pleno convencimiento, más allá del poder de la lógica y muy lejos del menor sentido común.

Los mayores, padres y madres normalmente, son el centro de todas las sospechas. No sólo están fuera de las modas e incapacitados para la vida moderna por sus dificultades para utilizar videojuegos con realidad aumentada. Es que, además, son los culpables de cuanto va mal, tienen ideas de la edad de hierro y una moral corrupta. Sí, es cierto que gastan todo lo que tienen en satisfacer las demandas de su prole, pero es sólo para que no les molesten ni extrañen su habitual ausencia del domicilio familiar. Así piensan sobre todo los jóvenes, quienes, como hemos visto, son los líderes de la opinión pública.

Y qué decir de los ancianos, ubicados en el vértice del desprestigio social. Los más afortunados cuentan con la compañía de un inmigrante para sus paseos con andador por las inmediaciones de la residencia en la que están confinados. Apenas reciben visitas. En la Seguridad Social siempre les llaman de tú. Y todos achacan sus consejos y reflexiones a un principio de Alzheimer. Por contra, oí decir que, en África, los más jóvenes compiten para estar un rato abanicando a un anciano de la tribu para espantar las moscas que se le acercan.

Invertida, sí

Vaquerías

 

Hasta los años setenta existían bastantes vaquerías en Madrid. 

Hoy lo que hay son numerosas bakery, algo bien distinto, pero que suena parecido. 

Leyes

 

Con el tiempo uno va descubriendo algunas leyes que parecen contrarias a la lógica y que, sin embargo, suelen cumplirse inexorablemente. He aquí algunas:

- Cuantos menos móviles haya en un espacio y cuanto más grande sea éste, más probabilidad hay de que se obstaculicen entre ellos.

- Cuanto más se ocupe uno de llevar siempre algo consigo -las llaves, el dinero... - más probable es que, el día en el que realmente se precise, excepcionalmente no se lleve encima.

- Cuando menos se necesitan las gasolineras y los restaurantes en la carretera más abundantes son; pero basta con que uno los necesite para que desaparezcan misteriosamente del trayecto.

- Cuanto mayor edad tenga el viandante y cuanto más peligroso sea el lugar por el que cruza una calle, más probable es que lo intente.

- Cuando se pide algo que admite variedades (p. ej. un descafeinado, que puede ser de sobre o de máquina) y no se precisa la deseada, el camarero servirá siempre la más contraria a nuestro gusto.

Vulnerables

Con frecuencia escuchamos a políticos y periodistas referirse a "los más desfavorecidos", "los más vulnerables", etc.  Pienso que detrás de las diversas formas de referirse a quienes se encuentran más necesitados subyace un punto de filosofía.

En efecto, antes era común emplear las palabras "pobres" ó "necesitados" para referirse a quienes precisaban de ayuda, normalmente de tipo material. Este modo de decir me parece preciso y perfectamente descriptivo de la situación.

Luego vino lo de "desfavorecidos", palabra que, a mi modo de ver, implica ya una valoración.  Los desfavorecidos son quienes, en un teórico reparto de bienes, han resultado menos favorecidos que el resto, y han de soportar la injusticia que se les ha hecho.

Ahora, prima la expresión de los más "vulnerables". Este modo de decir, además de ser notablemente cursi, podría sugerir que la convivencia humana es una especie de guerra en la que hay vulneradores y vulnerados. Y se menciona a quienes, por su carencia de defensas, con mayor facilidad pueden ser víctimas de los otros.

Injusticia en el reparto cósmico de bienes o necesidad de defensa ante las agresiones de los que más pueden. Sí, creo que hay un punto de filosofía detrás de estos modos de decir, aparentemente inocuos.

Dilema

 

Lo privado tiende a encarecerse

Y lo público a estropearse

No se sabe qué es peor

Fases

La vida tiene dos fases: en la primera, sobra la salud y falta el tiempo; en la segunda, falta la salud y sobra el tiempo

Pasamanería

 

¿Pasamanería?

Dice Wikipedia que la pasamanería es el conjunto de objetos de decoración confeccionados a base de cordones, borlas, galones, elásticos, listones, fleco, espiguillas, cintas, etcétera.

Y que se utiliza como ornamento en fundas y cortinas o como ribete de tapicerías, colchas y otros objetos.

Agobio

 

Ante el agobio, dos ventajas de la realidad sobre la imaginación:

- Por más que se intente otra cosa, sólo pueden hacerse cosas sencillas, relativamente elementales.

- Por más que se desee otra cosa, sólo pueden hacerse de manera consecutiva, una detrás de otra.

Sierra

Madrid tiene una gran ventaja: tener la Sierra muy cerca

La Sierra tiene un gran inconveniente: tener muy cerca a Madrid

 

Madureira

Cuenta Don Juan Valera que, en el mausoleo de un célebre cantante portugués, se grabó el siguiente epitafio:

Aqui yace o senhor de Madureira, o primer cantor do mundo

Morreu

Porem, non morreu. Chamoulhe Deus a sua Capella

Mandou-lhe cantar

Náo quiz

Rogou-lhe que cantara

Entao cantó

 E diz Deus:

Vayan os anjos a merda que canta muito melhor o Senhor de Madureira

Consulta

En los centros de salud es frecuente leer una advertencia similar a esta:

Recuerde que la hora de la cita es aproximada

Incluso a veces se añade alguna consideración sobre la impredecible duración de algunas consultas.

No me parece mal; pero siempre que las citas aproximadas fuesen igualmente admitidas por parte del médico ante el paciente que no ha podido llegar a la hora.

No hay que olvidar que el necesitado de consulta es el paciente y que, además, se le obliga a desplazarse hasta el despacho del facultativo.

Zurdos

Una curiosidad: existen tijeras especiales para zurdos.

Quienes usan principalmente la mano izquierda no pueden manejar las tijeras convencionales.

Necesitan que el filo de las tijeras esté al revés de lo habitual y que asimismo las hojas están montadas al revés que las de los diestros.

Mimbrales

Hablaban dos compañeros acerca de algo sucedido tiempo atrás.

Y exclamó uno de ellos:

-¡Pero si eso es de cuando el Príncipe Gitano cantaba el Cortijo de los Mimbrales...!

Chesterton

En cierta ocasión le preguntaron a G. K. Chesterton:

-¿Qué libro se llevaría a una isla desierta?

El escritor, en vez de citar alguna obra pretenciosa, contestó:

-Un manual de construcción de barcos

Arco

Una buena imagen sobre la necesidad del descanso es la del arquero que siempre está armando el arco, esto es, tensando la cuerda para disparar la flecha lo más lejos posible.

Como asegura el refrán, "arco siempre armado, o flojo o quebrado". En efecto, la tensión continua acaba aflojando la cuerda y, llegado el momento de disparar, es muy posible que la flecha no alcance su objetivo.

Se llega así a la aparente paradoja de que conviene hacer un alto en las ocupaciones... precisamente para poder atenderlas con eficacia.

Salustiano

Don Salustiano del Campo Urbano es un conocido catedrático de avanzada edad.

Además de su trayectoria académica ha sido un gran conferenciante y ha presidido ilustres corporaciones.

Se cuenta de un profesor rival que gustaba desacreditarle diciendo:

-Pero ¿cómo puede uno fiarse de alguien que lleva la contradicción hasta en sus apellidos?

Google

La gente con imaginación es propensa a pensar que tiene ocurrencias novedosas, incluso inéditas.

Con frecuencia, en el mundo periodístico o literario, todos hemos creído alguna vez que una frase o un modo de decir que se nos ha ocurrido es todo un descubrimiento: por su singularidad expresiva, por su oportunidad, por su brillantes conceptual, etc.

La era digital ha venido ha tirar por los suelos tales pretensiones de exclusividad y personalismo. Basta teclear la ocurrencia en Google para contemplar con pasmo la cantidad de ocasiones en las que ya ha sido publicada con anterioridad.

Una buena cura de humildad para el afán de originalidad de muchos autores.

Agricultor

Antonio, profesor de bachillerato, me contó que su padre, antes de recoger la cosecha, le llevaba al campo que había cultivado y le decía:

-Mira, Antonio, esto lo hemos hecho entre Dios y yo

Tertulia

Siempre hay algo de última hora sobre lo que opinar.

Por el calendario desfila una multitud de asuntos. Cada uno eclipsa al precedente y él es a su vez eclipsado por el que le sigue. Ciertamente, hay algunos que perviven varios días en el candelabro, pero suelen ser los menos. También aquí, en lo informativo, cada día tiene su afán.

La repercusión de esa catarata de noticias me parece extraordinaria. En cuanto salta la novedad, como suele decirse, no se habla de otra cosa. En el trabajo, en el bar, en el vecindario, con la familia, por teléfono, ¡en las redes!...

Lo sorprendente es que, de inmediato, cada quien sentencia la cuestión emitiendo una opinión concluyente. Nunca he oído a nadie solicitar tiempo para pensar en el asunto o no  tomar partido por necesitar testimonios complementarios o mayor documentación...

Suele surgir de inmediato el "pues a mí me parece bien" o su antónimo, el "pues a mí me parece mal"... Y va tomando cuerpo la tertulia, alimentada por ocurrencias cada vez más afiladas.

Alguien dijo que cada español lleva dentro a un seleccionador nacional de fútbol, pues todos creemos saber perfectamente qué pasa, qué debe de hacerse y cómo lo haría uno si le diesen la ocasión.

Bibliotecas

Viene de lejos la tendencia de posar ante la propia biblioteca, bien de la casa, bien del despacho de trabajo.

Hay cientos de contraportadas en las que el autor del libro es fotografiado así en la pequeña imagen que encabeza su semblanza.

También muchas entrevistas suelen ilustrarse con fotografías del personaje junto a la biblioteca o entre montones de libros.

Ahora, cuando tan familiares se han vuelto los videos y las conferencias a través del ordenador, es frecuente que el fondo de la imagen contenga asimismo parte de los consabidos anaqueles.

En esta costumbre hay, sin duda, un expreso homenaje al libro... y un implícito testimonio de la condición intelectual del retratado.

Belmonte

De vez en cuando sale a relucir el dicho "Parar, templar y mandar"

Sabía que procedía del mundo taurino pero no imaginaba que en esas tres palabras se encerrase el alma del arte del toreo, como he leído recientemente.

La síntesis se la debemos al famoso torero Juan Belmonte, el pasmo de Triana, que, para muchos, es el padre de la lidia moderna.

Mayúsculas

Ordenadores y móviles nos han convertido a todos en mecanógrafos de circunstancias.

Con constantes errores y no pocos sobresaltos.

Entre estos últimos destacaría el escribir sin darnos cuenta de que las Mayúsculas están activadas...

Igual de ahí viene lo del lío mayúsculo.

Teletrabajo

Ahora que tan en boga está el teletrabajo, recuerdo lo que un compañero decía al respecto:

-Consiste en una jornada laboral en la que se dedica una parte del tiempo a ver la televisión y otra a trabajar, por lo que normalmente se hace en casa.

Escritos

Una comparación y una confesión.

A veces pienso que las cosas que uno escribe pueden compararse a los trenes de una estación. Suelen ser de varias clases. Unos muy simples, de dos o tres vagones. Otros, de más capacidad, realizan trayectos mayores. Luego están los de alta velocidad, que suelen cubrir distancias notables. Y también existen -creo recordar- trenes internacionales nocturnos a París y a Lisboa.

El caso es que el escritor ha de medir en cada caso la extensión del texto. Si le da un formato extenso -larga distancia- le ocupará mucho tiempo y muchas energías. Si opta por escritos más ligeros -de cercanías- podrá cambiar con frecuencia de asunto y dar a luz numerosas piezas breves. Y, si se embarca en un libro -auténtico Orient Express literario- habrá de renunciar a casi cualquier otra producción durante un buen tiempo.

La confesión: hay una tendencia a ir descendiendo en la extensión de los escritos que uno se propone llevar a cabo. Para ejemplificar: se va del libro al ensayo, del ensayo al artículo, del artículo al post y-finalmente- del post al brevísimo tuit... Sólo con un esfuerzo deliberado y la consiguiente motivación se realiza el trayecto en el sentido contrario. 

Al menos esa es mi experiencia personal.

Monodosis

Almorzando fuera de casa, con frecuencia hay que lidiar con envases individuales de mayonesa o ketchup. Yo los tengo clasificados en tres niveles, según sea su comportamiento a la hora de acceder al contenido.

El peor nivel es, sin duda, el de aquellos que no llevan indicación alguna acerca de dónde o cómo rasgarlos para llegar a la salsa. Tan increíble omisión propicia momentos de dura lucha con el envase. A veces éste sale vencedor, demostrándose inútiles hasta las más esforzadas manipulaciones.

Los del siguiente nivel son los que sí indican dónde han de centrarse los esfuerzos para que la salsa comience a manar. Esto, desde luego, facilita mucho las cosas, aunque ni mucho menos las solventa. Porque, dependiendo de marcas y de lotes, unos sobrecitos se abren con facilidad mientras que otros se resisten inopinadamente al desgarro. Además, unos y otros exigen una cuidadosa manipulación para regar oportunamente la vianda sin que la salsa se vierta a borbotones y sin que buena parte de la dosis acabe entre los dedos del comensal.

Sólo en contadas ocasiones he encontrado unos sobrecitos modélicos. Por supuesto, llevan indicación impresa de cómo extraer el contenido, operación que se realiza con total comodidad. Pero lo  asombroso es que, aunque se rasgue toda la longitud del sobre, el contenido sólo brota a través de una pequeña abertura. De modo que la salsa fluye en una cantidad pequeña y constante y es posible dirigirla fácilmente sobre el alimento lográndose una excelente distribución.

Bancos

El asunto del mobiliario urbano es algo muy estudiado. Hay muchos munícipes esforzándose en acertar. Las calles de ciudades y villas muestran hasta qué punto hay creatividad y empeño en estos temas.

A mí me llaman la atención los bancos que brindan descanso al transeúnte. Y me cuesta aceptar que habitualmente me resulten incómodos y hostiles. Pienso que ha de ser mi anatomía la culpable, que no es posible que la mayor parte de los bancos se diseñen sin reparar en la comodidad del usuario...

Por ejemplo: la mayoría resultan verdaderamente incómodos por los travesaños -de metal o madera- sobre los que hay que sentarse; muchos de ellos carecen de respaldo; el que tiene respaldo -o parte de respaldo, al menos- carece de apoyos para el brazo; si tiene ambas cosas, es probable que esté muy hundido en el suelo o sea demasiado elevado; y, por lo general, el estado de conservación del banco no suele ser bueno, por no hablar de su limpieza y pulcritud.

Eso sí: hay infinitos diseños, a cual más imaginativo; se emplean materiales muy diversos en combinaciones asombrosas; se juega con ideas locales o ambientales en el estilo y los motivos decorativos...

Todo ello cuando, a mi modesto entender, el banco útil y cómodo por antonomasia está inventado desde hace mucho tiempo. Por lo que sospecho que la crónica incomodidad de los que suelen ahora instalarse se debe más bien al afán de originalidad de diseñadores y de alcaldes.

Papas

Con frecuencia se ponderan sucesos llamativos, de esos que -se dice- carecen de precedentes.

Hoy me he sorprendido pensando en los que he vivido relacionados con un ámbito muy determinado: el de los papas de los que he sido contemporáneo.

Así, ni más ni menos que:

-He visto morir de repente a un Papa que llevaba en el cargo tan sólo 33 días, cifra que se corresponde con la edad estimada de Jesucristo

-He visto a un Papa tiroteado y casi muerto en plena Plaza de San Pedro por un asesino a sueldo

-He visto a un Papa ¡dimitir! y abandonar en helicóptero los Palacios Apostólicos

Y algo me dice que -como se lee en el Evangelio- maiora videbitis (aún veréis cosas mayores)

Bachillerato

Tradicionalmente los estudios de bachillerato admitían dos variantes: uno podía cursar las asignaturas de Ciencias o las de Letras.

Dos apreciaciones al respecto:

Una, la de mi amigo Pedro, matemático de profesión, que me decía:

-Es curioso, los de Ciencias tenemos fama de poco cultivados cuando, además de saber de lo nuestro, normalmente conocemos bastante literatura, música, arte, etc., como bagaje cultural propio de un universitario. Sin embargo, los de Letras, que se tienen por cultos, habitualmente carecen de la más mínima preparación en materias científicas.

Otra, la de alguien que propuso una variación coloquial a la alternativa Ciencia y Letras:

-Podían llamarse Cuentas y Cuentos...

Básico

No cabe duda de que los planes de ocio se han ido haciendo muy sofisticados.

Los de corte deportivo o de naturaleza exigen completas indumentarias y accesorios.

Por no hablar de las escapadas, que cada vez exigen más horas de preparación en internet...

Lo digo porque hace no mucho tiempo, y con ocasión de lesión en la rodilla, descubrí que hay un par de cosas básicas en esta materia. Una, el llamado paseo en coche. Otra, lo que se conoce como tomar el aire.

Lo del paseo en coche es exactamente eso. No es necesario ir a un lugar determinado. Sencillamente se sale de la ciudad, se hace un recorrido modesto, se mira el campo... y se regresa a casa.

Más sencillo aún es tomar el aire. Puede ser en la calle, en un banco próximo. Un rato sentado ahí es un gran beneficio para el cuerpo y para el espíritu.

Podemos

Interesante tertulia de amigos anoche.

Se habló de diversos partidos políticos, sobre todo de los más recientes.

Obdulia conoce a gente de Podemos y estuvo comentando.

Al final, Cirilo aprovechando la denominación del nuevo partido, sentenció:

Pues mira, eso de Podemos me parece una buena idea... Me refiero a que hoy en día todo lo político, lo estatal, da la impresión de estar muy necesitado de una generosa poda. Podemos, pues, los excesos que el Estado ha ido acumulando: cosas que ya no tiene porqué hacer él mismo, covachuelas y mamandurrias para políticos y asimilados, esa primordial preocupación por la "visibilidad" de sus propias actuaciones mediante una constante y costosa propaganda... En serio, ¡podemos! Sólo con una buena poda se podrá reconducir la fuerza a lo poco que es esencial y que el Estado sabe y puede hacer y se liberarán muchos otros campos a la iniciativa social, hoy tan potente.

Normalidad

Hay un punto paradójico en el uso de la palabra normalidad.

Cuando ningún acontecimiento la compromete, se la equipara normalmente a la rutina. Así: volver a la rutina, seguir con la rutina, etc. Con un inequívoco tono peyorativo.

Por el contrario, después de sucesos que conmocionan la vida, todo es anhelar la vuelta a la normalidad: la ciudad se esfuerza por recuperar la normalidad...

En resumen: si no hay normalidad se suspira por ella. Si la hay, se la tacha de tediosa.

Publicidad

No sé hasta qué punto aciertan los fabricantes cuando anuncian los productos con reclamos como estos:

-Ahora con más leche

-Nueva fórmula mejorada

-Con un 20% más de fibra

-Ahora ¡más fruta!

-¡Nuevo! Sin azúcares añadidos


Unos pensarán que es el fruto de la constante labor de investigación y mejora del producto.

Pero otros, los que pensaban estar comprando ya lo mejor, pueden sentirse inquietos y contrariados al irse enterando con el tiempo de las deficiencias que antes permanecían ocultas.